sábado, 10 de diciembre de 2011

Cristina II - CFK cambia de director y elenco

Hoy, hace muy pocos momentos, juro para su segundo mandato Cristina Fernandez. Es raro tal vez escribir solamente su nombre así, y hacer caso omiso a su apellido de casada, o a las siglas CFK. Pero hace exactamente cuatro años atrás fue la mandataria misma la que en una oportunidad (y creo que a Clarín) les dijo que deseaba ser reconocida por su capacidad de mandato y no como un apéndice del apellido Kirchner. Así fue como trato de instaurar su apellido por fuera de su difunto marido.
Entre las crisis que recorrió en estos cuatro años la K fue tomando valor, parecía que solamente la implicación de Nestor era la manera de alivianar las cargas que padecía la presidencia.
Pero siempre que se pone en juego un apellido quiere decir que se pone en juego las motivaciones de una familia. Así fue como el curso del país fue marcado por las necesidades de la familia Kirchner. Sean económicas, personales, o de orgullo; Argentina vivió (y vivirá) periodos en los que se podrían bailar danzas del medioevo.
Como las monarquías lloran a sus reyes o como la Iglesia Católica llora a sus Papas, acá se debía llorar a un ex-presidente y compadecer a su viuda. Levantar ídolos y crear mitos... todo en pos de una fortaleza institucional. Triste es que un país se deba mantener por una película de cine dramática y no por sus leyes.
Con políticas mas o menos acertadas en este ultimo mes, llego el día en que debía jugar para su nuevo mandato. Donde Argentina parecía vivir una telenovela, por culpa de los medios de comunicación, sobre como seria el protocolo referido a Cobos. Así fue como si fuera guionado por Mario Puzo, Cristina recibió la banda presidencial de su hija y en el juramente agrego la palabra "Él", en alusión a su omnipresente marido. Me pregunto cuantos análisis y ensayos y estadísticas han pasado por los asesores de prensa para crear la frase: "Que Dios, la Patria, y Él me lo demanden". Es algo de ilusos confiar un país a alguien que usa a su familia para mandar un mensaje de poder. Y es a la vez de muy poca persona incluir a su familia en asuntos que no le competen a la sociedad. Tal vez Cristina es un personaje perfecto para los ciclos de Tinelli. Tal vez, tal vez, verdaderamente el factor "estupidización" de Tinelli destruyo el país. Es así como el propio gobierno nacional nos da culebrones.
Por eso tenia la tribuna de la Campora dentro de la Cámara Baja y en las calles haciendo aguante. Era la final en la que debías mandar "vota Cristina al 13013".
Y así el golpeado protocolo termina con una mujer que se fija en su riguroso negro pero no deja de ponerse extensiones.  Aglomera para que la aplaudan todo tipo de famosos, a las abuelas de Plaza de Mayo, a los funcionarios, y a su familia. Para hablar de lo que se hizo en los últimos ocho años y lo que se hará en estos cuatro por venir. Para remarcar que quiere eliminar la pobreza cuando, lo mas triste es que, no solo a su política le sirven los pobres, sino también al modelo económico que ella promueve.
Todo el mundo en el recinto ponía cara de emoción y se tomaba la boca... pero era para ocultar los bostezos. Porque la re-electa mandataria como en toda discurso dio su "lección oral de memoria" como lo ha hecho desde que estudiaba... Hoy sin Él; quien es el que le toma lección? Porque iluso es el que cree que la Argentina es gobernada por Cristina Fernandez.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

La espada de Damocles - El poder bajo la Muerte

La anécdota de la espada de Damocles, pese a que muchas veces se toma como parte de la mitología griega, en realidad se cree que es una leyenda popular de la que se hizo eco Cicerón tras leerla del historiador griego Diodoro Sículo, que a su vez se cree que la tomó de Timeo de Tauromenio.

Damocles era un cortesano en el palacio de Dionisio II, el rey que gobernaba Siracusa en el siglo IV a.C. Como muchos otros miembros de la corte, Damocles halagaba constantemente al rey, con la esperanza de que éste le diera una posición de más poder en la corte.

Un día Damocles hablaba con el rey, y le dijo lo que envidiaba su posición:

Como hombre de poder y autoridad rodeado de magnificencia, eres un hombre verdaderamente afortunado

Al escuchar estas palabras, Dionisio no dudó en ofrecerle un trato:

Damocles, dado que esta vida te deslumbra, ¿querrías saborearla por ti mismo durante un día para así juzgar la realidad de tus palabras?


1812 - Escena por Richard Westall
Sin dudarlo un instante, Damocles aceptó el trato.

Al día siguiente, Damocles desde primera hora ocupó la posición del rey, mientras Dionisio y el resto de cortesanos lo atendían como si de cualquier otro día se tratase. Llegando el día a su fin, mientras estaba tomando la cena, Damocles alzó la vista para observar la pesada espada desnuda que tenía sobre la cabeza, cuando se percató de que pendía de una crin de caballo. En ese momento Damocles sufrió un ataque de pánico, ante el cual, Dionisio reaccionó calmándolo.

Damocles preguntó a Dionisio por la razón por la cual una espada tan pesada colgaba de algo tan frágil. El rey le explicó que la espada sobre su cabeza representaba lo que realmente es el poder. Desde la distancia, el poder es una cosa deseada por muchos por ser una situación de privilegio, en la que al estar por encima de los demás te sientes único. Pero cuando uno se acerca a esa situación de poder, puede observar sin problemas el peligro que ostenta esa posición.

Esta leyenda se ha transformado con los años en parte de la cultura popular, utilizándose para hacer referencia a la inseguridad presente en todas las personas que poseen un gran poder, así como la fragilidad de su cargo. No sólo la inseguridad causada por la posibilidad de perder la posición, sino también los posibles daños colaterales que muchas veces son imprevisibles.