lunes, 29 de agosto de 2011

Cagliostro - inmortal que triunfo en su leyenda

Fue Gran Maestro de la Orden Rosacruz en el siglo XVIII.

En varias ocasiones, a lo largo de los estudios regulares de la Orden Rosacruz, se hace mención a que Cagliostro no solamente fue impulsor de un rito particular, conocido como el Rito Egipcio, sino que también fue un gran impulsor y renovador de la Orden Rosacruz.

 A él se debe, en gran parte, el desarrollo iniciático de la Orden Rosacruz actualmente, y a la disposición particular de los Templos.

El fue el que instituyó el uso del altar triangular, la Shekinah, en el centro de los Templos Rosacruces, tomando como modelo el del altar que el Conde de Saint Germain describe en su obra La Santísima Trinosofía.

 Si bien el Conde de Saint Germain tenía un conocimiento muy preciso de la sabiduría y del simbolismo Rosacruz, que plasmó en la codificación de los Grados de las diferentes Cámaras de Instrucción, por medio de ciertas láminas simbólicas, que después fueron enriquecidas por otros adeptos, Cagliostro era eminentemente operativo, por lo que gran parte de lo enseñado por Saint Germain, que él también conocía por motivo de su alto estado de Iniciado Rosacruz, lo puso en práctica para que la técnica Rosacruz fuese más eficaz y adaptada a los tiempos que corrían.

 Así mismo, Cagliostro fue quien instituyó el uso de los Oficiales Ritualísticos que conocemos como las Palomas, y los Pupilos, ahora conocidos como Heraldos, que son niños hijos de padres Rosacruces, y que representan a la conciencia pura de los Rosacruces en el Templo.


 Pero ahora, más que de la historia y de las innovaciones de Cagliostro, tema que es estudiado en uno de los Grados de la Orden Rosacruz, nos ocuparemos de su misión como Alto Iniciado, así como de su personalidad que, desgraciadamente, no solo no ha sido bien comprendida por los profanos, sino que ha sido vituperada sistemáticamente por mentes intolerantes y por instituciones sectarias interesadas en mantener sus privilegios, supuestamente espirituales, pero que están más directamente relacionados con el poder temporal.

 Cagliostro, el Gran Maestro Cagliostro, nada tiene que ver con el personaje que describe Alejandro Dumas en su obra, Vida de Giuseppe Balsamo, ni con el personaje inventado por la Inquisición para desprestigiar al Gran Maestro Rosacruz. Muchas personas que le había conocido y que incluso, en algunos momentos, fueron sus discípulos, cuando llegó el momento terrible del calvario del Maestro en manos de la Inquisición, dijeron, lo mismo que a Jesús le dijo la muchedumbre: "Donde están tus poderes, por qué no los utilizas para liberarte y para evitar tus sufrimientos" sin comprender que Cagliostro conocía la ley oculta y que se entregaba por completo a ella.

 Se supone que Cagliostro fue hijo del Gran Maestre de la Orden de Malta, llamado Melo, y se sabe que su maestro fue el Rosacruz Althotas, el cual le inició y le introdujo en los Grandes Misterios, sirviéndole como introductor en la Iniciación Psíquica que Cagliostro tuvo en la Gran Pirámide de Egipto, en la que recibió su Iluminación.

 Cagliostro viajó extensamente por toda Europa y por Oriente y por donde pasó siempre fue reconocido por su gran generosidad y elevado espíritu.

 Cuando le preguntaron por qué derramaba tantas bendiciones sobre los seres humanos, a los que amaba por encima de todo, desprendiéndose de su conocimiento y riquezas en favor de ellos, curando a los enfermos, y asistiendo a los necesitados, Cagliostro respondió: "Siempre se debe avanzar, siempre se debe sembrar y dejar a los demás que recojan la cosecha".

 Cagliostro, como Alto Iniciado que era, se consideraba un hermano con todos independientemente de que fuesen ricos o pobres, ilustrados o ignorantes, árabes o franceses porque según declaró: "No soy de ninguna época y de ningún lugar, y más allá del espacio y del tiempo, mi ser espiritual vive su eterna existencia. Si me sumerjo en mi pensamiento remontándome en el curso de las edades, si extiendo mi espíritu hacia un modo de existencia alejado de aquel que percibís, me convierto en aquel que deseo ser. Participando conscientemente del Ser Absoluto arreglo mi acción según el medio que me rodea. Mi nombre es aquel de mi función, pues soy libre; mi país, aquel donde fijo momentaneamente mis pasos. Poned fecha de ayer si lo deseáis, rehusando acordaros de años vividos por ancestros que os fueron extraños, o del mañana, por orgullo ilusorio de una grandeza que jamás será vuestra, yo soy aquel que Es".

 Su generosidad era tal que fue capaz de, noche tras noche, en la época en que estuvo encarcelado en Francia por el asunto del collar de diamantes, al cual haremos referencia más tarde, salía de su celda y por un pasadizo secreto acudía a la llamada de aquellos que le necesitaban y a los cuales ayudaba y curaba ya que, por ser de condición humilde, nadie socorría. Cagliostro era un emisario de la Gran Hermandad Blanca y debía cumplir una misión de transformación en el seno de la sociedad de su época. El fue quien, dentro de las sociedades iniciáticas de su época, movió los hilos para que si el proceso de transformación no se producía naturalmente, lo hiciese de una manera enérgica.

 Desgraciadamente aquellos que se encontraban en disposición, y que tenían el poder necesario, para permitir la transformación de la sociedad, es decir: los nobles y el clero, no se resignaron a perder sus privilegios compartiéndolos con el pueblo y ello dio lugar a la Revolución Francesa.

 Cagliostro fue un Iniciado de primera magnitud y todas las Ordenes Iniciáticas de su época, así lo reconocieron dispensándole honores solo reservados a los más elevados. Fue iniciado en el Rito de Swedenborg, fue amigo de Martinez de Pasqually quien le introdujo en su Orden de los Caballeros Elegido Cohen, donde le dispensó el Grado más Alto, el Grado secreto de los Reau Croix. Colaboró con Willermotz, y con Louis Claude de Saint Martin, fue Gran Maestro del Rito Escocés, y Gran Maestro del Rito de los Filaletas, así como codificador y Gran Copto del Rito Egipcio.

 Conoció y colaboró con el Conde de Saint Germain, que estaba encargado de preparar la transformación pacífica y natural de la sociedad y, al fracasar este, puso en marcha la fase operativa que habría de conducir al gran estremecimiento social que constituyó la Revolución Francesa.

Incluso se asegura que fue iniciador de un joven teniente, de origen corso, llamado Napoleon, que llegó a ser el emperador de Francia y agente activo de la exportación de las nuevas ideas por toda Europa y por todo el mundo occidental.

 Su gran conocimiento, cultura, refinamiento, y encanto, le llevó a frecuentar los salones más distinguidos de Francia donde, al principio de su misión, despertó la envidia de algunos nobles quienes trataron de burlarse de él por medio de una farsa. Se cuenta que cuando estaba curando ante un auditorio de gente ilustre, se presentaron tres mendigos que le pidieron que les curara de la sordera, de la ceguera, y de un mal en la piel; Cagliostro accedió a ello y les dijo que podían salir de allí que estaban curados. Ante el estupor y la risa general, los supuestos mendigos se despojaron de sus harapos apareciendo ante todos como lo que eran, unos nobles, jóvenes ociosos, que querían "desenmascarar" a quien, para ellos, era un impostor.

 Ante aquella burla Cagliostro declaró con voz solemne: "Recordad que lo que no habéis permitido que os diera, os lo puedo retirar", después de ello los jóvenes empezaron a gritar porque uno de ellos se había quedado sordo, el otro ciego, y el otro se retorcía de los picores en su piel. Cagliostro, siempre generoso, les perdonó y los jóvenes volvieron a la normalidad huyendo despavoridos. Desde entonces nadie se tomó a broma los poderes curativos de Cagliostro.

 Su amistad con el Cardenal de Rouhan, quien había sido estafado haciéndosele creer que debía comprar un collar de diamantes para la reina María Antonieta de Francia, fue motivo para que se le involucrara en el llamado "asunto del collar" que constituyó un escándalo en aquella época y que, de alguna manera, precipito los acontecimientos que desembocaron en la Revolución Francesa. Cagliostro fue encarcelado y, aunque tuvo todas las oportunidades para escapar, permaneció en prisión en espera de juicio sabiendo que la justicia resplandecería al final, y convencido de que su misión entre los hombres aún no había terminado.

 Se relatan muchos hechos curiosos del juicio a Cagliostro como que las actas de acusación se borraban a la vista de los acusadores que las leían y, en su magistral alocución de defensa, Cagliostro declaró, basándose en el ritual de Iniciación del Primer Grado de la Orden Rosacruz: " Como el viento del Sur, como la brillante luz del Mediodía que caracteriza el pleno conocimiento de las cosas y la comunión activa con Dios, voy hacia el Norte, hacia la bruma y el frío, abandonando, por todas partes a mi paso una parcela de mi mismo, abandonándome, disminuyéndome en cada estación, más dejandoos un poco más de claridad, un poco más de calor, un poco más de fuerza, hasta que sea parado y fijado definitivamente el fin de mi carrera, en la hora en que la Rosa florezca sobre la Cruz. Yo soy Cagliostro".

 Nunca se le perdonó que fuese un impulsor de la Luz, y le atacaron por su lado más débil que era el amor que tenía por su esposa, Lorenza Feliciani, quien, a pesar de su bondad, encanto, e ingenuidad, fue convencida por los miembros de la Inquisición haciéndole creer que su esposo era un representante del diablo, lo que le hizo flaquear sirviendo, de esta manera, a los sucios propósitos del Santo Oficio que despacharon correos por toda Europa con historias fantásticas, inventándose la figura de Giuseppe Balsamo, para desacreditar al Maestro.

 Incomprensiblemente ante los ojos de los profanos, pero de acuerdo con una afirmación que había hecho anteriormente y que decía: "Un amor que me atraía hacia toda criatura de forma impulsiva, una irresistible ambición, un sentimiento profundo de mis derechos sobre los seres del cielo y de la tierra, me impulsaba y me arrojaba hacia la vida", Cagliostro viajó a Roma poniéndose así al alcance del brazo de la Inquisición.

 Fundó un Logia en Roma, a la cual pertenecieron personas muy selectas; pero un traidor, un capuchino llamado Francesco de San Maurizio, quien era un espía y un agente del Santo oficio, le delató y proporcionó las pruebas, verdaderas o falsas, que permitieron su arresto y encarcelamiento.

 Cagliostro sabía lo que le iba a acontecer, de hecho, el mismo se había metido en las fauces del lobo de manera deliberada, el sabía que el inmenso privilegio que le había sido concedido de servir a la Human

idad habría de pagarlo a un precio altísimo. La ley oculta establece que cuando una persona revela a los demás las cosas más sagradas y las leyes más elevadas del Universo, se hace responsable del uso que de ellas hagan sus alumnos y, para comprender con propiedad todo lo que él había enseñado, sin que fuese utilizado inadecuadamente, habría que tener la talla espiritual y la comprensión que poseía Cagliostro, alturas a las cuales no llegaban ninguno de sus alumnos.

 Fue encarcelado y torturado en el Castillo de Santangelo, y llevado a juicio donde fue acusado, entre otras cosas por medio de una declaración arrancada bajo tortura a su esposa, de que adoraba al diablo y que blasfemaba del nombre del Señor.

 Fue obligado, lo mismo que en la antigüedad lo habían sido el conde Raimundo VI de Tolosa, y el Gran Maestre de la Orden de los Templarios, Jacques de Molay, a presentarse con ropas de penitente ante la iglesia de Santa María, y adjurar de todos sus errores. Pero a pesar de su sufrimiento, de sus penitencias, de la tortura a la que fue sometido, Cagliostro no fue perdonado y se le encerró en la fortaleza de San Leo donde prácticamente fue enterrado en vida.

 La Revolución Francesa ya había estallado y las tropas francesas que extendían por Europa los ideales de libertad, igualdad, fraternidad, se encontraban ya en Francia por lo que para evitar que Cagliostro fuese liberado, fue estrangulado en su celda el día 28 de agosto de 1.795.

 Una leyenda dice que Cagliostro no murió, sino que el cadáver encontrado en su celda era el de un monje que iba a reconfortarle espiritualmente. Sea como sea, lo importante fue la obra que realizó y que perdurará a través de los siglos.

 Quienes quisieron borrar su memoria ya están olvidados, pero él, Cagliostro, permanecerá en el recuerdo de muchísimas generaciones.

martes, 23 de agosto de 2011

Mito: Minotauro - Detrás del incomprehensible tan frecuente en todo olimpico


Se cuenta que, en una ocasión, Pasifae, esposa del rey de Creta, Minos, incurrió en la ira de Poseidón, y, este, como castigo, la condenó a dar a luz a un hijo deforme: el Minotauro, el cual tenía un enorme cuerpo de hombre y cabeza de toro. Para esconder al “monstruo”, Minos había mandado a construir por el famoso arquitecto Dédalo el laberinto, una construcción tremendamente complicada de la que muy pocos conseguían salir, escondiéndolo en el lugar más apartado.
A cada luna nueva, era imprescindible sacrificar un hombre, para que el Minotauro pudiera alimentarse, pues subsistía gracias a la carne humana. Sin embargo, y cuando este deseo no le era concedido, sembraba el terror y la muerte entre los distintos habitantes de la región.
El rey Minos tenía otro hijo, Androgeo, el cual, estando en Atenas para participar en diversos juegos deportivos, al resultar vencedor fue asesinado por los atenienses, obcecados en los celos que sentían tanto por su fuerza como habilidad. Minos, al enterarse de la trágica noticia, juró vengarse, reuniendo a su ejército y dirigiéndose luego a Atenas, la cual, al no estar preparada para semejante ataque sin previo aviso, tuvo pronto que capitular y negociar la paz.
El rey cretense recibió a los embajadores atenienses, indicándoles que habían asesinado cruelmente a su hijo, e indicando posteriormente que, las condiciones para la paz, eran las siguientes: Atenas enviará cada nueve años siete jóvenes y siete doncellas a Creta, para que, con su vida, pagaran la de su hijo fallecido. Los embajadores se sintieron presos por el terror cuando el rey añadió que los jóvenes serían ofrecidos al Minotauro, pero empero no les quedaba otra alternativa más que la de aceptar tal difícil condición. Tan sólo tuvieron una única concesión: si uno de los jóvenes conseguía el triunfo, la ciudad se libraría del atroz atributo.
Dos veces había pagado ya el terrible precio, pues dos veces una nave de origen ateniense e impulsada por velas había conducido, como se indicaba, a siete doncellas y siete jóvenes para que se dirigieran así a ese fatal destino que les esperaba. Pero, sin embargo, cuando llegó el día en que, por vez tercera, se sorteó el nombre de las víctimas a acudir a tal suerte, Teseo, único hijo del rey de Atenas, Egeo, se arriesgó inclusive a arriesgar su propia vida con tal de librar a la ciudad de aquel horrible futuro. Por tanto, al día siguiente, él y sus compañeros se embarcaron y, el rey, al despedir a su hijo, le comentó entre lágrimas y sollozos que pusieran, en este caso, velas blancas cuando regresase. Partieron, y, a los pocos días después, llegaron a la isla de Creta.
El temido y salvaje Minotauro, recluido en el laberinto, esperaba su comida hambriento. Empero, y hasta el día y la hora previamente establecidos, los jóvenes y las doncellas debían permanecer custodiados en una vivienda, situada a las afueras de la ciudad.
Esta prisión, en la cual los jóvenes eran tratados con la magnanimidad únicamente reservada a las víctimas de los sacrificios, estaba rodeada en sí por un parque que confinaba con el jardín en que las dos hijas de Minos solían pasearse (Fedra y Ariadna).
La fama del valor y de la belleza de Teseo había llegado incluso a oídos de las dos preciosas doncellas, y, sobre todo Ariadna -la mayor de ellas- desea fervientemente conocer y ayudar al joven ateniense.
Cuando, finalmente y tras pasar algunas jornadas, consiguió verlo un día paseando en el parque, lo llamó y le ofreció un ovillo de hijo, indicándole expresamente que representaba su salvación y la de sus compañeros, en tanto en cuanto entraran en el laberinto, deberían atar un cabo a la entrada, y a medida que penetraban en él lo irían devanando regularmente. De tal forma que, una vez muerto el Minotauro, podrían enrollarlo y encontrar así el camino hacia la salida.
Comentándole ésto, sacó de los pliegues de su vestido un puñal y se lo entregó a Teseo, indicándole que estaba arriesgando su vida por él, pues si su padre se enterara de aquello que estaba haciendo, entraría en una cólera y furia inmensas, y le dijo luego que, en caso de que triunfara, la salvara y la llevara con ella.
Al día siguiente, el joven ateniense fue conducido junto a sus demás compañeros al laberinto, y, cuando se halló lo suficiente dentro para no ser visto, ató el ovillo al muro y dejó que el hilo se fuera devanando poco a poco, mientras que, la salvaje bestia, mugía terriblemente presa de la inmensa hambre que tenía.
Teseo, sin embargo, avanzaba sin temor alguno, y finalmente, al entrar en la caverna, se halló frente al terrible Minotauro. Con un espantoso bramido, la bestia se abalanzó sobre el héroe de hoy, que hundió su puñal sobre el cuerpo algo débil del Minotauro. Con un espantoso bramido, y después de llevar a cabo unas cuantas apuñaladas más, el monstruo lanzó un último gemido.
A Teseo, por tanto, únicamente le quedaba enrollar de nuevo el hilo para recorrer el camino a seguir para poder salir de allí. A partir de este momento, no sólo habría salvado incluso a sus compañeros de su terrible destino, sino que incluso habría salvado a su propia ciudad.
Pero cuando la nave estuvo lista para marchar, Teseo, a escondidas, condujo a bordo a Ariadna y también a su bella hermana. Durante el viaje la nave ancló en la isla de Nassos para refugiarse de una furiosa tempestad, y, cuando los vientos se calmaron, no pudieron encontrar a Ariadna, buscándola por todas partes… pero sin encontrarla: se había perdido y se había quedado dormida en un bosque en el que, poco después, fue encontrada por el dios Dioniso, quien la hizo su esposa y la convirtió en inmortal.

La casa de Asterión - Jorge Luis Borges


Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz  de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que ho hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, cro, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madra; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.
    El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Loas enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprndiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos. 
    Claro que no me faltan distacciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suel, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo:Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
    No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo. 
    Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensantgriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redeentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
   
    El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
    -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

viernes, 19 de agosto de 2011

Trailer clásico del día: Superman (1979)

Se me ocurre pensar que todo el mundo vio esta película. Pero debo estar bastante equivocado, después 32 años y el mundo que se mueve en Internet muchas veces ignora ciertas cosas o simplemente no les da importancia, como debe pasar que muchos que lean esto dirán que no califica en "Trailer clasico del día". He de luchar contra todo perjuicio que se pueda tener sobre la película de Superman.

Estrenada en 1979 fue la apuesta mas grande de Hollywood en esa época, porque ningún productor quería poner su dinero en una película basada en un héroe de cómic (miren como esta Hollywood hoy!). Los superheroes venían de las épocas de la televisión, con series muy viejas del hombre de acero, como las bizarras de Batman, y algún que otro héroe de la competencia Marvel, y el publico eran mayormente niños pequeños. Un volumen que no representaba ganancias para el cine.

Alexander Salkind después de miles de intentos tiene el visto bueno para comenzar la producción de Superman; el objetivo era osado, crear una película sobre el héroe y su "mundo de cómic" y no solamente colgarse de la imagen del personaje como hacían las series y cartoons. El proceso dio como resultado un impacto en Hollywood; Richard Donner como director (que veía acumulando ovaciones por La Profecía), Marlon Brando como Jor-El, padre de Superman. (este tal vez el éxtasis del cine de héroes y jamas repetido. La prensa en esa época enloquecio al saber que Brando trabajaría en la película). Gene Hackman como Lex Luthor y un en crecimiento Christopher Reeve. Daban algo que no se creía posible en una película de superheroe, seriedad. La historia de la película estuvo escrita por Mario Puzo (el que no conozca a Mario Puzo debe saber que es el escritor de la novela de El Padrino).

La película si bien tomándose licencias como todo en el cine, enamoro la atención de todo el mundo. Bajo el eslogan de publicidad: "creerás que un hombre puede volar" dejo a todos con la boca abierta por sus efectos especiales. Y cautivo al publico mas dificil: los fans. Elementos como Jor-El, Kal-El (el nombre real de Superman), Luthor, la temible aparición del general Zod (Terence Stamp), la Fortaleza de la Soledad, etc. Iluminaron una sonrisa en todo fanático que vio por primera vez en la historia del cine como se aplicaba un universo a una cinta cinematográfica.

Hoy tal vez resulta algo risible después de 32 años para algunos la película, pero fue un hito, sin la aparición de Superman es muy probable que Burton no hubiera hecho Batman y así consecutivamente. Superman planteo problemas de raza, crianza y como, y cito "el hijo se convierte en el padre, y el padre se convierte en el hijo". Cubierta por la música de John Williams, Superman de 1979 se merece un lugar en el corazón de todos.


viernes, 5 de agosto de 2011

Trailer clásico del día: Rope

Rope, La Soga, una OBRA MAESTRA de Alfred Hitchcock. Nos relata la historia de dos jóvenes que realizan el crimen perfecto (un asesinato) bajo la premisa de que nadie los descubriría porque nadie posee la inteligencia para darse cuenta del hecho. Así una lista de invitados, incluido un antiguo profesor (James Stewart) al que consideran el "responsable" de crear una idea de que la inteligencia para el mal no 
puede ser superada, son llevados como conejillos de india para demostrar su teoría.
Usando una magistral técnica el director nos plantea la película en una solo toma, la filmación nunca 
se corta en escenas dándole todo un sentido de tensión y suspenso a lo que pasa en el ambiente y 
haciendo que el espectador preste atención a varias cosas a la vez.

jueves, 4 de agosto de 2011

Tintin vs Lovecraft - Artes de tapa

Tintin; este genial personaje de los comics, que a muchos nos alegro en la infancia. Si tienen posibilidad de verlo gente ya adulta o adolescentes que no lo conocieron, háganlo. Una tira creada netamente para pensar y para un publico adulto, mas que niño.
Haciendo honores al nombre del blog dejo las imágenes que Murray Groat creo para hacer homenaje a el intrépido reportero y al escritor de Providence. Dos mundos verdaderamente muy conexos. En algun universo, seguramente estos dos senderos seguramente son unidos por el misterio de la aventura, y el horror de lo oculto.










miércoles, 3 de agosto de 2011

CROATOAN - La desaparición de los colonos de Roanoke Island

Charles Berlitz relata, en su libro Un mundo de fenómenos extraños, la misteriosa desaparición de una colonia británica compuesta de cien hombres, mujeres y niños que sir Walter Raleigh había fundado, en 1587, en una isla a la entrada de la sonda Albermarle, en la costa Este de Norteamérica.

La primera criatura británica que nació en América se llamó Virginia Dare, y era nieta del gobernador John White. Sus padres, Elinor White y Ananías Dare, habían viajado al Nuevo Mundo con un grupo de colonos que desembarcaron en Roanoke Island, frente a la costa de Carolina del Norte, y Virginia nació poco después, el 18 de agosto del mismo año de la fundación del asentamiento.

El nombre de la niña era el mismo de la colonia y el de la reina virgen Isabel I.

Dejando a los colonos en Roanoke, John White retornó a Inglaterra el 28 de agosto de 1587, en busca de las provisiones que la población necesitaba urgentemente.

Pero muy a su pesar, a White le tomó tres años volver. Cuándo el buque corsario inglés Hopewell se acercó a la isla el 17 de agosto de 1950, el capitán Abraham Cocke disparó un cañón para anunciar su llegada y la del gobernador.

Vieron a la distancia una columna de humo y pensaron que de esta forma los colonos saludaban su llegada alborozados, pero cuando desembarcaron y tocaron Tierra, fueron recibidos por un silencio de muerte.
Los colonos habían desaparecido sin dejar rastros. Según comprobaron después, el humo provenía de un incendio natural.


¿Dónde estaban los colonos? Como pistas, si es que eran pistas, sólo habían quedado dos señales similares. En un árbol, a la entrada de la cerca que rodeaba el asentamiento, estaba tallada la palabra Croatoan. En otro árbol del camino que conducía al amarradero estaban las letras Cro, quizás una abreviatura de la primera o la misma palabra inconclusa.

Parecía, pues, que Croatoan, otra isla de Carolina del Norte, era el lugar donde se había reinstalado el grupo. Pero el capitán del barco, temiendo la falta de comida y el invierno que se avecinaba, decidió zarpar para las Indias Occidentales e invernar allí.

Pero cuando el barco siguiente llegó a la isla Croatoan, tampoco encontró allí señales de los colonos, ni el más mínimo rastro de ellos.

No había tumbas ni lápidas y, salvo por un relato ocasional de una criatura india con cabellos "amarillos" y ojos azules, ningún otro indicio fue encontrado.

Nadie de los 117 hombres, mujeres y niños que legaron a la isla Roanoke en 1587 fue visto otra vez. En los libros de Historia el grupo aparece como "La colonia perdida".

A principios del siglo XVIII, unos exploradores que remontaban el río Lumber, en Carolina del Norte (Estados Unidos), descubrieron, sorprendidos, unos indios de ojos grises que hablaban una lengua parecida al inglés.

La tribu aseguraba que sus antepasados podían «hablar en un libro», expresión con que los exploradores entendieron que sabían leer.

Los descendientes de este misterioso pueblo viven hoy en Robeson County, en las mismas tierras donde fueron descubiertos.

Conocidos como indios Lumbees (ojizarcos para los españoles), tienen una tez que varía desde morena a muy blanca y, aun hoy, abundan entre ellos el pelo rubio y los ojos azules.

Nadie conoce la verdadera historia de esta tribu, pero en el transcurso de los años se ha ido gestando una curiosa teoría dotada, al parecer, de gran coherencia.

Se cree que pueden ser descendientes de los expedicionarios ingleses, desaparecidos sin dejar rastro en 1591, que Walter Raleigh enviara la isla Roanoke. El río Lumber está a unos 320 kilómetros de la isla. Isabel I de Inglaterra se la cedió a Raleigh que, a raíz de entonces, organizó dos intentos de colonización. El primero fue abandonado en 1586, debido a los repetidos ataques indios y a la escasez de provisiones.

Mayor acierto tuvo la expedición de más de un centenar de colonos, entre hombres y mujeres, dirigida por el gobernador John White, que llegó a Roanoke en 1587. White decidió regresar a Inglaterra con un número mínimo de acompañantes en busca de auxilio y provisiones. Dejó estipulado que si en su ausencia el resto de los colonos se veían obligados a partir, deberían inscribir el nombre del sitio a donde se dirigían en un «lugar destacado».

White no pudo volver a América hasta 1591, debido a la guerra entre España e Inglaterra. En Roanoke sólo halló los restos de una fortaleza, que había sido saqueada y abandonada; los colonos habían desaparecido sin dejar rastro. Sólo quedaba un indicio: la palabra CROATAN, tallada en un árbol.

Los historiadores todavía discuten su significado. Unos suponen que era el nombre de una tribu india que atacó la colonia y mató a los colonos.

Otros opinan, en cambio, que CROATAN pudo haber sido el nombre de una fértil península del continente, habitada por los pacíficos indios Hatteras. Si los colonos alcanzaron el continente y se fundieron con los Hatteras, sus descendientes podrían ser los actuales indios Lumbee.

Pero el gobernador White supuso lo peor. Creyó que los expedicionarios habían muerto hasta el último hombre, y regresó con su tripulación a Inglaterra, persuadido de que era imposible la colonización de una tierra tan salvaje.

Sin embargo, existen hoy pruebas suficientes para pensar que estaba equivocado.

De los 95 apellidos de los colonos perdidos de Roanoke (nombres como Sampson, Costmore y Locklear), no menos de 41 pueden hallarse entre los Lumbees

lunes, 1 de agosto de 2011

Unknown - Porque es Hitchcock(neana)?

Siempre parece que el buen cine era el de hace varias décadas. Incluso con las películas de terror; películas como Friday the 13th o The Evil Dead son consideradas de "culto" u obras maestras, cuando en su época eran de una calidad tal vez mucho inferior al de las películas de mala calidad de hoy día.
Muchos explican esto bajo el argumento de que "uno tiende a idealizar el pasado" algo totalmente cierto. Pero muchas personas tenemos una ventaja en ciertas cuestiones; que es no haber vivido justamente ese momento del pasado.
A la fecha de mi nacimiendo Alfred Hitchcock ya había fallecido, así que bebí de sus cualidades de director ya en la adolescencia. He de decir que es uno de los directores que tengo en mis pedestales mas altos, fue un genio del cine en todo sentido. Muchos lo pueden tratar de imitar (como De Palma) pero jamas llegaran a tener la creatividad de él. Al igual que Orson Welles, Hitchcock es un director irrepetible.
Ahora bien, al día de hoy siguen habiendo películas que a uno le recuerdan ese cine que llevaba a cabo. Unknown es una de esas películas. Si bien es una película que no aporta nada al cine, mas que una buena película de suspenso con ciertas lagunas, es el aire que la envuelve la que la hace digna de ser comparada con las del señor del suspenso.
La historia nos presenta a un hombre (Liam Neeson) que después de un accidente se despierta y se encuentra con una realidad shockeante: él no es quien dice ser. Todo recuerdo que posee parecen pertenecerle a otra persona, incluso su esposa lo desconoce y cada imagen de su vida pasada esta ahora interpretada por el otro él. La película tiende a querer llevarte un buen rato a pasear entre la paranoia, el sueño y la conspiración, tratando que el espectador nunca se decida por alguna. Y es aquí donde aparece el primer punto Hitchcock, Después de esos planteamientos, la historia vuelve a retomar rienda por una de esas variantes sin querer recurrir al sistema que se había hecho popular en el cine de los últimos 15 años de "todo al final es una mentira" El espectador pasa a disfrutar la película sin que parezca que "es otra cosa" el motivo de fondo.
Espías, complots, Guerra Fría, todos elementos secundarios que si bien confunden son parte del alma de lo que fueron las películas de Hitchcock. Al finalizar la historia se nos plantea un final sumamente inesperado y que cae (a mi manera de ver) en la suma lógica que te da ese giro en el que aprecias la historia. La ubicación de las cámaras recuerdan también a esas clásicas peliculas de suspenso, pero eso lo vemos siempre en una película de De Palma también. Concluyo que Unknown tiene un guion que hubiera sido excelente para Alfred Hitchcock, pero a la desgracia de los acontecimientos, es muy bueno ver que alguien le rinda homenaje.